Extranjerismo: Blog

Hoy en día, nos encontramos rodeados de montones de palabras de orígenes diversos que nos ayudan a referirnos a cosas novedosas, ¿o tal vez no son tan novedosas? Últimamente intento hacer marketing de mi blog posteando algunos artículos interesantes, pero me he topado con varios hándicaps en el camino a los que debería dedicarme a full-time. Sin embargo, ahora, necesito un break porque me está costando entenderme…
Las palabras que la sociedad utiliza con cierta asiduidad son incluidas por la RAE en el diccionario español. No obstante, me pregunto si estas nuevas incorporaciones enriquecen o empobrecen nuestra lengua. Como todo, depende del caso concreto y creo que merece la pena estudiar en profundidad algunos de estos extranjerismos que hemos adoptado como propios.
Escribiendo en este rincón de internet en el que estoy, la primera palabra a estudiar está clara…
La palabra “blog” se define como el sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores. Se considera un servicio de la sociedad de la información mediante el cual se publican cronológicamente textos o artículos a los que los lectores pueden añadir comentarios personales. La persona que crea y gestiona los contenidos del blog es el bloguero o bloguera.
Es una palabra que procede del inglés, es decir, es un anglicismo. Al mismo tiempo se trata de un neologismo, es decir nombra algo nuevo. Desde la RAE lo diferencian de otros sitios en línea pues permite la interacción directa con el lector y, además, tiene un registro subjetivo que depende de la propia opinión y criterio del autor.
Esta palabra, así como otros neologismos tecnológicos, surge por la necesidad de dar nombre a los nuevos conceptos que surgen ante el vertiginoso avance de la tecnología y la informática. Si bien pueden adaptarse palabras ya existentes, los neologismos ofrecen una información específica que permiten enriquecer nuestra lengua (ups, creo que acabo de hacer spoiler de la conclusión final… Spoiler, es posible que esa sea mi próxima entrada).
Su pronunciación sigue las normas de la fonética española, del mismo modo que se adapta a nuestros requisitos ortográficos. El plural de esta palabra es “blogs” y dado que denota un sitio de internet específico carece de antónimo.
Con toda esta información, ¿“blog” enriquece o empobrece nuestro idioma? Rebuscando en las entrañas de la RAE me he topado con la palabra “bitácora” que, empleada en la locución “cuaderno de bitácora” hace referencia al libro donde se apuntan todos los datos de navegación. En base a esta definición, la RAE tomó la palabra “bitácora” para traducir el término inglés “blog”. De forma más concreta, podría emplearse el término “ciberbitácora” de manera que se especifique su condición electrónica.
Sin embargo, dado que el uso del lenguaje es quien determina las palabras aceptadas por la RAE, y que el término “ciberbitácora” no se ha extendido entre la población, la Academia ha tomado la determinación de adoptar la palabra blog como española. En este caso, y sin que sirva de precedente, considero que “blog” enriquece nuestra lengua pues permite poner nombre a algo nuevo y específico. No obstante, me guardo la palabra “Ciberbitácora”, me encantaría poder utilizarla de vez en cuando como posible sinónimo.

5 Comentarios
María Victoria Frontera Garcia
Muy interesante la información. Esperamos la siguiente explicación con gran curiosidad.
Leonino
Pues aunque es más incómoda y no prosperará, a mi también me encanta la palabra ciberbitácora
Alba
Todo es cuestión de comenzar a utilizarla…
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