«Brujerías» es la sexta novela escrita de la serie Mundodisco de Terry Pratchett. Fue publicada en 1988 y, aunque independiente al resto de novelas del mundo, es el segundo libro de la historia de las Brujas de Lancre, un pequeño reino en el vasto y caótico Mundodisco.

Se trata de una reinterpretación satírica de la obra Macbeth, de Shakespeare, con algo más de magia y mucho humor.

El reino de Lancre se enfrenta a una crisis de sucesión cuando el malvado Duque Felmet asesina al rey y usurpa el trono. Un heterogéneo grupo de brujas formado por Yaya Ceravieja, Tata Ogg y Magrat Ajostiernos, decide intervenir para restaurar el orden y colocar al legítimo heredero, el joven Tomjon, en su lugar.

Una vez más, Pratchett nos muestra su particular estilo humorístico y su aguda sátira social para hacer un análisis sobre la naturaleza humana y la política. Con comentarios mordaces, personajes únicos y una fantasía mágica bien estructurada convierte «Brujerías» en una nueva crítica social donde explora temas como el poder, la justicia y el papel que juegan las tradiciones y las convenciones sociales en nuestro día a día.

Sus personajes, en especial las brujas, tienen un desarrollo profundo con matices interesantes que les hacen entrar en conflictos entre sí. Conflictos que, por su tono humorístico, hacen rebajar la tensión de la obra convirtiendo la novela en una historia tranquila y de disfrute.

Son tres los personajes principales de la obra, tres brujas que conforman el pequeño aquelarre protagonista:
Yaya Ceravieja es una de las protagonistas más destacadas del Mundodisco, con varias novelas en las que se convierte en la pieza central. En Brujerías muestra, una vez más, su dureza y pragmatismo, así como una gran comprensión de la psicología humana.
Tata Ogg, conocida de Yaya desde hace muchos años, aporta el contrapunto cómico con su naturaleza desenfadada y su capacidad para disfrutar de la vida,
Acaba el trío Magrat Ajostiernos, la bruja más joven del grupo, perteneciente a la «nueva era» de las brujas que añade una dimensión de frescura e idealismo a la trama.

El ingenio y la ironía marcan cada párrafo de la novela. Pratchett parodia tanto la literatura clásica como la cultura contemporánea consiguiendo no solo el entretenimiento sino también la reflexión sobre el poder y su responsabilidad.

Por su visión crítica y cómica de nuestra propia realidad, Brujerías entró de lleno en mi lista de pendientes.

Situaciones cómicas y conversaciones absurdas hicieron de Brujerías una novela tranquila, entretenida de sencilla trama.

Quizás por haberla leído inmediatamente después de «Ritos iguales»(novela que me encantó), «Brujerías» no llegó a cumplir con las altas expectativas que tenía. Puede que fuera debido a eso, pero esta me ha parecido la novela del Mundodisco más sencilla de las que he leído hasta ahora.

No la recomendaría para iniciarse en el complejo mundo de Terry Pratchett, pero si disfrutas de personajes memorables como la inigualable Yaya Ceravieja, sin duda puedes pasar un rato divertido con esta lectura.