Los colores de la sangre es la primera novela de la saga Una chica y un dragón, de fantasía oscura, escrita por Samanta Esperón en 2023.

La historia transcurre en el continente de Ásico; entre el decadente país de Adheej, el próspero reino de Hienza y los enormes desiertos que cubren gran parte de la superficie del continente.

Cuando Indra, una ladrona con problemas de adicción, se cruza con un dragón, su vida dará un giro inesperado. Ayudada por la magia de la criatura, logrará escapar de su tortuosa prisión y comenzará una lucha por su libertad.

La historia también permite conocer a Akram, un cinti con capacidad para recurrir a la ayuda de los espíritus para que cumplan su voluntad. El muchacho conoce a Indra y comprende que la vida va mucho más allá de evitar las palizas de su amo. La sed de venganza lo moverá a buscar su propia libertad en un país empobrecido por un líder corrupto y tiránico.

Con unos protagonistas torturados por su pasado y las vivencias que se han visto obligados a sufrir, la novela adquiere un tono siniestro, acorde a su género, donde la sangre y el sufrimiento adquieren un poderoso protagonismo.

De acción lenta, la obra permite profundizar en las motivaciones de sus personajes, al tiempo que te mantiene en vilo a la espera de avanzar hacia el siguiente hito. Para su desarrollo, la novela se sirve de: unos personajes atormentados que ansían escapar de sus propios traumas y fantasmas, y de un mundo complejo con una magia misteriosa y fuerte con distintos elementos, aprendizajes y naturalezas. Y es que Samanta Esperón ha creado en Una chica y un dragón un sistema de magia basado en los rituales, los espíritus y los astros, curioso y bien detallado, coherente con la historia y su mundo.

Entre sus páginas se hace patente la crítica a la estructura social fuertemente jerarquizada y a los prejuicios y la maldad humanos.

El contexto que mueve al mundo y a todos sus personajes va acorde con el tema principal del libro en el que se explora la venganza y la capacidad de superación humana tras vivencias traumáticas. Además, se hace patente la crítica a la estructura social fuertemente jerarquizada y a los prejuicios y la maldad humanos.

Cabe destacar una trama que avanza hacia un final abierto que continuará en su segunda parte El dios muerto.

Leyendo Los colores de la sangre, mi estreno en fantasía oscura, he descubierto un nuevo género que, quizás, no es mi estilo. El sufrimiento de los personajes y las escenas de violencia física y sexual (que ya advierte su autora en las primeras páginas) fueron algo demasiado intenso para mí. Sin embargo, más allá de mi propia sensibilidad, me quedo con el sofisticado sistema de magia.

Personalmente, agradecí el detallado mapa dibujado en las primeras páginas del libro, pues los intrincados nombres y la amplitud del territorio que abarca la historia me resultaron un poco liosos en algunos capítulos. Quien me conoce sabe que tengo una debilidad especial por los mapas y este, en concreto, me gustó por sus detalles; un acierto, sin duda.

Los colores de la sangre es una historia cargada de detalles siniestros que serán clave para quienes no solo busquen leer una novela de fantasía en un mundo ampliamente desarrollado, sino también una trama con cierto toque oscuro.