Portada de la novela La tumba de Huma, escrita por M.Weis y T.Hickman

La tumba de Huma es la segunda entrega de la trilogía Crónicas de la Dragonlance, escrita por Margaret Weis y Tracy Hickman, ambientada en el mundo de Krynn y que constituye una pieza clave para entender más en profundidad toda la saga Dragonlance.

La historia sigue los pasos de los personajes principales de la primera novela de la trilogía, El retorno de los dragones, mientras continúan su lucha contras las fuerzas oscuras lideradas por la Reina de la Oscuridad, Takhisis, a pesar de que todo parece perdido.

La trama gira en torno a la búsqueda de las míticas lanzas Dragonlance, las únicas armas capaces de detener a los dragones malignos que están devastando Krynn, y los orbes de los dragones que les ayudarán en su batalla.

A lo largo de la historia, la novela profundizará en los temores, dudas, principios e ideales de los miembros del grupo lo que añade una capa de resonancia histórica y personal al viaje de cada uno de ellos. Así, La tumba de Huma no solo se constituye como una novela de fantasía épica, sino que también incluye obstáculos emocionales y desarrollo personal de muchos de sus personajes, llegando algunos de ellos a experimentar una evolución y un cambio considerable con respecto al comienzo de su viaje.

Lejos de tratarse de una obra con personajes lineales, los protagonistas del grupo expresan en La tumba de Huma una nueva faceta que permitirá aproximarse aún más a sus problemas y decisiones. En ella se intercala la acción y la tensión con momentos de introspección que invitan a reflexionar acerca del eterno conflicto entre el bien y el mal.

A lo largo de sus páginas, sus autores profundizan en los temas marcados por el honor, la justicia, el sacrificio y la defensa de los valores morales por encima de las dudas que atormentan a sus personajes.

La tumba de Huma adquiere una mayor complejidad en su trama con respecto a su predecesora El retorno de los dragones, sin embargo, en ella se mantienen algunos de los estereotipos propios de los personajes que protagonizan novelas de fantasía épica. A pesar de ello, siguen apareciendo personajes brillantes como el enigmático Raistlin, el noble Sturm o el siempre despreocupado Tasslehoff.

Al igual que me ocurrió con la primera entrega y como ocurrirá en la tercera, los personajes femeninos están pobremente desarrollados presentando un halo de inmadurez e impulsividad que acaban resultando en ciertos momentos algo exasperantes.

A pesar de ello, la obra mantiene la intriga y la tensión a lo largo de toda la obra dejando un final perfecto para engancharte a leer la siguiente y última novela de la trilogía: La Reina de la Oscuridad.

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