Lúnali me saludó con cierta timidez y entró en el estudio de Proyecto Intermundo para sentarse en el sofá de los invitados. Parecía una muchacha normal, de esas que no destacan entre la multitud. Jamás habría sospechado que estuviera inmersa en el mundo de magia y poder que me presentó Triz Expósito en su novela Reencuentro.
―¿Quieres beber algo? ―le pregunté tras darle la bienvenida.
―Por supuesto. Coca-Cola con hielo.
Preparé el vaso con un par de hielos y le serví el refresco. Definitivamente parecía una chica mucho más normal de lo que habría cabido esperar conociendo los secretos que se desvelaron en su novela. Le ofrecí la bebida y me senté en mi escritorio para comenzar con la entrevista.
―¿Preparada? ―ella asintió dando un trago a la Coca-Cola―. ¿Cuál ha sido el momento más determinante en tu vida?
Sonrió antes de contestar con cierta melancolía:
―Descubrir la verdad sobre mi pasado y mi familia. Cambió toda mi vida. Me hizo conocer mis raíces y un mundo mágico se abrió ante mis ojos. Me permitió descubrirme a mí misma.
―Todos pudimos descubrirte gracias a ese descubrimiento. Dime, Lúnali, ¿cambiarías alguna decisión del pasado?
―Sí. Intentaría actuar de manera menos impulsiva y poniendo más cabeza en algunas decisiones.
Ambas sonreímos con cierta picardía, sin duda pensando en los mismos momentos. Es verdad que actuó de forma algo impulsiva, aunque a los lectores nos permitió disfrutar de unas buenas escenas. A pesar de que parecía una mujer capaz de reírse de sus propios errores, decidí no decirlo en voz alta por no incomodarla demasiado y continué con la entrevista:
―¿Con quién has tenido más afinidad?
―Mis chicarrones, como me gusta llamarlos, han sido muy importantes en mi camino en esta historia; la afinidad que tengo con Samel y Marco es muy especial. Sin embargo, Erik ocupa un lugar en mi corazón igual que Sophie. ¿Sabes esas amistades que se convierten en familia? ―asentí pensando en algunas de mis mejores amistades, la entendía a la perfección―. Esas que saben cómo te sientes y qué piensas sólo con mirarte.
―Esas son relaciones magníficas. Ojalá no perderlas nunca. Y en el otro lado de la balanza, ¿con quién dirías que has tenido menos afinidad?
―Verónica. Una rivalidad difícil de superar.
El tono de su voz se volvió áspero y seco. Recordé todo lo que habían vivido entre ellas y no me extrañó su cambio de actitud. Pasé a la siguiente pregunta sin detenerme demasiado pues deseaba que volviera a recuperar la comodidad y el buen rollo que habíamos logrado crear.
―¿Tienes algún referente fuera de tu mundo?
―La teniente Ripley ―rio―. Tiene valores y agallas.
Dio un trago a su bebida mientras yo sonreía imaginándome a esas dos mujeres teniendo una conversación… a voces. Dos mujeres fuertes y decididas.
―¿Cómo te describirías en tres palabras?
―Justa y compasiva, romántica e impulsiva.
―Eso son cuatro, pero te las acepto porque la verdad es que después de haber leído tu historia me parecen muy acertadas. ¿Qué lección crees que puede aprender quien lea Reencuentro?
―Sobre todo a tener siempre todas las versiones de la historia para poder tomar decisiones interpersonales. Creo que la empatía también está muy presente en la historia y sobresale la capacidad de perdón a los demás y a nosotros mismos.
―Tiene buenas lecciones que podrían aplicarse a muchas personas. Tomar decisiones con solo la mitad de la información puede llevarnos a caminos erróneos. Ya llegamos al final de la entrevista y esta es mi última pregunta para ti: ¿qué animal serías?
―Un grifo… ¿valen criaturas mitológicas?
―Suelo aceptar animales reales por respuesta, pero si insistes…
―Entonces una pantera ―me cortó con decisión―. Fuerte, elegante y con un poder para moverse entre las sombras que parece natural.
―Mucho mejor opción. Gracias por tus respuestas y por haberme dedicado un tiempo.
―Ha sido un placer, Alba.
―Si quieres, podemos ir a tomar algo y charlamos de una forma un poco más informal.
―Samel y Erik están en la ciudad, te los puedo presentar si lo deseas.
―Sería maravilloso.
Omití mi predilección personal por Erik porque no quería sonar como una fan enloquecida, pero agradecí pasar la tarde con ellos. Además, dado que estábamos en Madrid, cerca de donde se desarrollan algunas de las escenas de Reencuentro, movieron algunas piezas y pude adentrarme en su bar de copas favorito, donde pude conocer a otros magos y beber un cóctel rodeada de la magia que Triz Expósito me presentó en su novela.
Gracias, mente inquieta, por visitar Intermundo.
Nos leeremos en otra ocasión, … o en otro mundo.
Esta entrevista ha sido realizada gracias a la colaboración de Triz Expósito.