Vin (Nacidos de la Bruma) en Intermundo

Recuerdo cómo me sentí cuando Vin aceptó mi propuesta para participar en el loco Proyecto Intermundo. Por ese entonces no era consciente de lo que su aceptación llegaría a cambiar mi visión de su persona. Verla cruzar el umbral de la puerta de mi estudio me resultó un sueño. Me levanté de la silla, dejando el libro de «El Imperio Final» donde la conocí sobre el escritorio, y luché por calmarme.

Era consciente de la incomodidad que provocaría mi admiración genuina hacia la muchacha protagonista de la saga de Nacidos de la Bruma. Por eso contuve mi entusiasmo al verla. No fue tarea fácil. Había leído tanto sobre ella gracias a Brandon Sanderson que hacer como si estuviera frente a una mujer normal y corriente me resultó una tarea titánica.

―Bienvenida, Vin.

Mi voz sonaba temblorosa. Era difícil apartar el fenómeno fan y centrarse en la profesionalidad del cuestionario. Fue curioso sentirme tan pequeña al ver a la baja y delgada Vin, pero su personalidad llenó el estudio.

―Gracias.

Vin me estrechó la mano con timidez y se sentó en el sofá que estaba preparado para ella. Con unos vaqueros de corte recto y una camiseta negra, mostraba un estilo sencillo sin desentonar en nuestra sociedad. Parecía que se había amoldado a la perfección a nuestro mundo y nuestras costumbres. La joven skaa aún conservaba sus magníficas dotes de adaptación.

―¿Quieres tomar algo?

―No, no, gracias.

―Tengo té negro, yo tomaré uno.

Dudó durante unos instantes antes de asentir.

―Entonces, tomaré otro yo también.

Serví en dos tazas el agua que ya había calentado e introduje sendas bolsitas de té. Sentía que tenía mucho en común con la personalidad de Vin y me había arriesgado a preparar una buena cantidad de agua para las dos. Al parecer, no me había equivocado. Dejé tiempo para que se recolocara en el sofá y comencé con la entrevista tratando de ocultar mi ansiedad por saber más de ella.

―Creo que ha habido varios momentos en mi vida que me han marcado. Han sido muchos episodios los que me han llevado hasta donde estoy ahora, aunque si tuviera que escoger uno, sería cuando descubrí mis habilidades alománticas. Luchar por sobrevivir en las calles un día más ya no era mi único destino. Cambió mi perspectiva y mis oportunidades de forma radical.

―Fue un momento positivo, entonces.

―Me complicó bastante la vida al inicio ―sonrió―, pero obtuve mucho con el cambio.

―Prefiero no mirar atrás con el deseo de cambiar mis decisiones. Me supone una pérdida de tiempo y energía demasiado elevada. No tiene sentido plantearse ese tipo de cosas. Puede que ni siquiera hubiera llegado a responder a esta entrevista si hubiera cambiado algo de lo que hice en el pasado.

―Me parece una respuesta muy interesante y madura por tu parte. Ojalá todos tuviéramos tan claros los beneficios de todas nuestras decisiones y errores.

Vin se encogió de hombros y dio un pequeño sorbo a su té. Yo hice lo mismo y esperé unos instantes hasta que noté que se relajaba un poco. Parecía estar en alerta constante por lo que intenté pasar a una pregunta más agradable para intentar que se sintiera más cómoda en el estudio:

―Siento muchísima afinidad y un gran amor por quienes se convirtieron en mi nueva familia. Sé que no puedo dar demasiados datos por aquí y por eso solo te daré un nombre específico: Kelsier. Su liderazgo, su fe inquebrantable en mis capacidades y su optimismo casi psicótico me han guiado en los momentos más oscuros. Se me ocurren otras personas que supusieron un gran apoyo emocional pero no sé si me permitirás dar sus nombres.

―Sé a quién te refieres ―le sonreí―. Efectivamente, me temo que será mejor no dar más datos, por ahora. Hay quienes te conocerán a través de esta entrevista y disfrutarán de leer tu historia en Nacidos de la Bruma. Y para aquellos que ya te conozcan, estoy segura que saben a quién habrías seleccionado como mejor compañía.

Vin se sonrojó ligeramente. Supuse que evocar los recuerdos de la gente con la que podía ser ella misma le habían hecho revivir todas las experiencias que tuvo con ellos. Aprovechando el momento, formulé la otra parte de la pregunta:

―Esa pregunta es mucho más sencilla. Si pudiera elegir, preferiría no tener que volver a oír hablar del Lord Legislador. Su reinado opresor marcó nuestras vidas y el desarrollo del mundo en el que vivía. Con el tiempo fui encontrándome con otros que me traicionaron, pero creo que acabé adquiriendo otras herramientas para enfrentarme a ellos.

―Siempre he sentido cierta admiración por Aragorn , el héroe de las historias escritas por J.R.R. Tolkien. Quizás suene pretencioso, pero me siento algo identificada con él. Nuestros orígenes modestos no nos han librado de cargar con una gran responsabilidad impuesta por fuerzas desconocidas. Ninguno de los dos solicitamos esa carga y sin embargo, ambos luchamos contra la opresión en nuestros mundos.

―No suena pretencioso. De hecho, estoy de acuerdo con tus palabras. Existe cierto paralelismo entre vosotros. Habría sido magnífico que os encontrarais en persona, podríais haberos beneficiado de grandes consejos.

Vin rio con timidez. Empezaba a sentirse cada vez más cómoda. El té comenzaba a templarse y sus sorbos eran cada vez más largos. Se reclinó en el respaldo del sofá esperando con curiosidad la siguiente pregunta.

―Reservada, determinada, fuerte.

―Parece que lo tenías muy claro.

―Llevaba ventaja, alguna vez he hablado de ello con E…

―Me resulta incómodo pensar que alguien va a leer mi historia. No creo que fuera tan importante.

―Sí lo fue, créeme. Muchos hemos seguido tus pasos y hemos disfrutado tanto en el camino que nos merecería la pena volver a leer tu historia. Sanderson hizo un trabajo excepcional contando tu vida.

―Gracias ―se sonrojó y utilizó la taza para cubrirse ligeramente la cara―. Lo cierto es que creo que los lectores podrían aprender sobre la importancia de la confianza y la traición. Incluso es posible que pudieran ver el poder de la resiliencia frente a las adversidades aparentemente insuperables. Me consta que aquí no tenéis nuestra alomancia, pero aún sin ella es posible encontrar fuerzas para derrotar la oscuridad que, en ocasiones, nos acecha.

―¡Qué pregunta más simpática! Creo que elegiría ser un lobo. Son criaturas solitarias y grupales al mismo tiempo. Fuertes, resilientes y con conexiones profundas con sus compañeros ―se encogió de hombros y añadió―: no sé, creo que tengo cierto parecido con ellos.

―Sí, no te quedaría mal su pelaje.

Ambas rompimos a reír. Me había costado, pero al fin había conseguido que se soltara un poco conmigo. Después del esfuerzo que me había llevado entablar una conversación cómoda y distendida con ella, no estaba dispuesta a dejar la oportunidad de charlar un poco más con Vin. Así que le ofrecí irnos a comer juntas. Aceptó encantada y pedimos unas pizzas en un lugar que yo conocía cerca del estudio. Un sitio con encanto, pequeño y de cocina sencilla, pero con una calidad excepcional.

Luego nos vimos obligadas a continuar festejando nuestra incipiente amistad. Fue una tarde y una noche memorable. Fragüé una bonita relación con la protagonista de «El Imperio Final», creada por Brandon Sanderson, y hasta conseguí salir de copas con ella.

Gracias, mente inquieta, por visitar Intermundo.

2 comentarios en “Vin (Nacidos de la Bruma) en Intermundo”

  1. Después de leer esta entrevista, tengo ganas de más. La curiosidad por ver con quién se redes en el libro qué llama. Empezaré a leer «el Imperio final»

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