Evelyn (Nuestros destino infinitos)

Evelyn entró en el despacho de Proyecto Intermundo con los hombros encogidos y unas oscuras manchas bajo sus ojos. Le di la bienvenida y ella se esforzó por sonreír. Gracias a lo que había leído de ella en la novela Nuestros destinos infinitos, sabía que no estaba atravesando una buena racha. Laura Steven se encargó de describirlo a la perfección. Por eso, después de darle la bienvenida e invitarla a tomar asiento en el sofá de los invitados, le ofrecí tomar algo.

―Un café cargado, por favor. A veces necesito algo caliente que me recuerde que aún tengo pulso.

Le preparé el café y cuando le ofrecí la taza, le pregunté:

―¿Qué tal está tu hermana?

Evelyn se encogió de hombros y murmuró:

―Podría estar mejor. Pero ya va quedando menos para la donación.

Asentí sin querer profundizar más en un tema que resultaba evidente que era doloroso para mi invitada. Carraspeé, cogí mis papeles para la entrevista y comencé con la primera pregunta.

―¿Cuál ha sido el momento más determinante en tu vida?

―Te refieres a la última vida, ¿verdad? ―Sonreí con nerviosismo mientras asentía y Evelyn continuó hablando―: Ha habido varios momentos determinantes, pero creo que lo más ha marcado esta vida ha sido la enfermedad de mi hermana. Cuando me enteré de que yo podía salvarla con una donación de médula, tuve que buscar el modo de romper con la maldición que nos mantenía unidos a Arden y a mí. Nunca había tenido tanta motivación para lograrlo.

―Fue bonito leer cómo luchaste por conseguirlo. Si pudieras, ¿cambiarías alguna decisión del pasado?

Evelyn dio un trago al café profundo antes de responder:

―Dioses, claro que cambiaría cosas. Demasiadas. He vivido cientos de vidas y en todas ellas he cometido errores, pero ha habido algunos que aún no me perdono. Y muchos tienen que ver con Arden. No sé cómo consigue estar siempre ahí, pero es un hecho que nuestros destinos están entrelazados de un modo que pocos serán capaces de entender.

―¿Con quién has tenido más afinidad en tu historia y con quién menos?

―Esa es una pregunta curiosa, Alba, porque creo que la respuesta es la misma en ambos casos: Arden. Su alma completa a la mía de forma indescriptible al tiempo que me atormenta y lo odio y lo amo por ello, por las dos cosas.

Sonreí y asentí recordando la extraña relación que Laura Steven describió de ellos en Nuestros destinos infinitos. Aunque al final de la novela todo queda claro, fue un enigma potente avanzar por sus relaciones a lo largo de las páginas.

―¿Tienes algún modelo o referente a seguir fuera de tu mundo?

Scarlett, de La dama de la oscuridad. Una mujer que se mueve en las sombras, sí, pero no porque no pueda brillar, sino porque sabe que ahí es donde se desarrolla el verdadero juego. Como yo, entiende que el corazón es un arma tanto como la espada. Usa la belleza, la astucia y el misterio como armadura. No necesita aprobación. No necesita redención. Solo necesita que no la subestimen… o lamentarán haberlo hecho.

Me mantuve en silencio un instante reflexionando sobre su descripción y acabé concluyendo que no podía estar más de acuerdo con ella. Dejé que terminara de tomar el café y pregunté:

―¿Cómo te describirías en tres palabras?

―Impulsiva, sentimental, humana.

―¿Qué lección crees que se puede aprender con tu historia?

―Que nosotros somos los dueños de nuestro propio destino, no hay nada escrito y si parece haberlo, siempre puede reescribirse. Y que el amor puede que siempre lo pueda todo, pero solo si somos capaces de demostrarlo. El silencio y el secreto pueden ser armas de lo más destructivas.

―Una lección preciosa. Llegamos a la última pregunta: si fueras un animal, ¿cuál serías?

―Un zorro. Curiosa, astuta y siempre un poco al borde del desastre. Pero con estilo.

Se echó a reír y agradecí escucharla tan relajada después de lo decaída que había entrado en el estudio. La invité a tomar algo, pero fue breve. Tenía algunas pruebas en el hospital para prepararse para la donación de médula de su hermana. Yo regresé a mi estudio y guardé el libro Nuestros destinos infinitos en la estantería. Fue curioso adentrarme en la historia que Laura Steven creó para dar vida a Evelyn y a Arden.

Gracias, mente inquieta, por visitar Intermundo.

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