Tyvara (La espía traidora)

Portada de la novela La renegada, escrita por Trudi Canavan. Encima está el sello de Proyecto Intermundo

Una mujer en apariencia débil entró en mi estudio. Tyvara podría pasar desapercibida entre la multitud, no parecía tener nada que la hiciera destacar. Nada salvo su historia. Recordé el momento en que la conocí leyendo La misión del embajador, de Trudi Canavan, y cómo pude profundizar en su historia gracias a La renegada. Fue una mujer que me acompañó durante una trilogía completa (La espía traidora) y que logró cautivar mi corazón.

―Bienvenida, Tyvara. Ponte cómoda. ¿Quieres tomar algo?

―Un poco de agua, fresca.

Se sentó en el sofá de los invitados contemplando todo lo que había a su alrededor. Como una presa esperando a ser cazada en cualquier momento. Sin embargo, su mirada transmitía seguridad y fortaleza. Una mezcla curiosa que no me llegó a impactar después de todo lo que conocía de ella gracias a Trudi Canavan.

Le serví un vaso de agua fresca y ella miró su contenido y sonrió. La limpieza de la bebida aquí poco tenía que ver con lo que se había visto obligada a tomar en Sachaka el tiempo que creció y vivió allí. Cuando la noté más tranquila y familiarizada con su entorno, decidí comenzar la entrevista.

―¿Cuál ha sido el momento más determinante de tu vida?

―Cuando apareció Lorkin en la Casa del Gremio. Al principio sentí el rechazo hacia él, como a cada mago que había entrado en mi vida. Con el tiempo comprendí que su llegada me convirtió en una persona completamente distinta.

―Si pudieras, ¿cambiarías alguna decisión del pasado?

―Sí. Muchas. Hay demasiada muerte y sufrimiento a mis espaldas, Alba. Desearía que nada de todo aquello hubiera sucedido, pero sin la culpa que me acompaña cada día, no sería yo.

―¿Con quién has tenido más afinidad en tu historia?

―Mi afinidad está con mi pueblo. No puedo decir sus nombres por miedo a que Sachaka acabe tomando represalias contra ellas, pero son quienes acompañaron toda mi vida y me dieron un propósito por el que luchar.

―¿Y con quién te has entendido peor?

―Imagino que te refieres más allá de los sachakanos ―asentí―. Con Dannyl. Su forma de juzgar sin comprender y su obsesión por entendernos como si fuésemos simples teorías de biblioteca me irrita. No es un mal hombre, pero entiende muy poco de nuestras vidas.

―Comprendo. Dime, Tyvara, ¿tienes algún modelo a seguir fuera de tu mundo?

Vin, de Nacidos de la bruma. Esa muchacha creció en la oscuridad, utilizada por quienes la rodeaban, desconfiada. Y, sin embargo, encontró una causa más grande que ella misma. Vin aprendió a abrir su corazón sin volverse débil. Fue letal, sí, pero también aprendió a confiar. A luchar no solo por sobrevivir, sino por un futuro mejor. Me reconozco en su rabia, en su desconfianza, en su capacidad de matar si es necesario. Pero también en esa necesidad de encontrar algo o alguien que le recuerde que aún queda humanidad dentro de ella misma. Es lo más parecido a un espejo que he encontrado fuera de mi historia.

―Son unas palabras preciosas. Ojalá pudierais encontraros algún día. Creo que las dos podríais beneficiaros de vuestra ayuda mutua. ¿Cómo te describirías en tres palabras?

―Leal, adaptable, resistente.

―¿Qué lección crees que puede aprender alguien con tu historia?

―Que no importa cuánto te hayas manchado las manos: siempre puedes elegir un camino distinto. Que la libertad requiere sacrificios. Y que a veces, el mayor enemigo es lo que crees que debes ser.

―Magnifica reflexión, Tyvara, gracias. Llegamos a la última pregunta, ¿qué animal serías?

―Una pantera. Silenciosa, independiente. Lista para atacar… o para desaparecer entre las sombras si hace falta.

―Gracias por aceptar responder a esta entrevista. Ha sido un placer compartir este rato contigo. Si quieres podemos continuar charlando con más tranquilidad en otro sitio. Lorkin me dijo que se uniría si queríamos.

―Si no queda más remedio…

Puso los ojos en blanco mientras se incorporaba del sofá, aunque no se negó a que viniera el mago del Gremio. Supongo que su relación era igual de complicada que lo que pude leer en la trilogía de La espía traidora. Trudi Canavan los describió a los dos tal cual como eran. Cogí mi chaqueta alegrándome por haberme adentrado en las aventuras del Gremio de los Magos y salí con Tyvara para disfrutar de una tarde magnífica con ella y Lorkin.

Gracias, mente inquieta, por visitar Intermundo.

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